La clave de un buen cuidado consiste en saber cuál es la mejor rutina según las necesidades y cuál es tu tipo de piel. Si bien es cierto que la piel va cambiando con el tiempo y los factores externos también afectan, es importante poder identificar cuál es el tipo de piel en cada momento. En este post te explicamos los 5 grandes grupos y para que puedas descubrir cuál es tu tipo de piel.

ANTES DE EMPEZAR…

Para conseguir una piel sana el cuidado es fundamental. Cuando la piel se encuentra en perfecto equilibrio esta recubierta de forma natural por una película hidrolipídica (de agua y lípidos) que ayuda a retener la humedad y protegernos de los factores externos. En este post prestaremos especial atención a la barrera protectora natural formada por el manto hidrolipídico

PIEL SECA

Las pieles secas son menos elásticas, más tirantes y a veces pueden llegar a picar. Esto se debe a su carencia de lípidos que son necesarios para retener la humedad, como consecuencia principal se puede apreciar la falta de hidratación. Además, al no poder formar un escudo protector frente a influencias externas, es susceptible a los factores ambientales externos y puede reaccionar irritándose.

Tienes la piel seca si… 

  • Se aprecia tirantez y rigidez
  • Se percibe un aspecto apagado
  • Es muy susceptible a los agentes externos como las temperaturas.

Consejos: Utiliza cremas ricas en aceites vegetales combinados con activos hidratantes como la glicerina o el ácido hialurónico, podrás restituir su hidratación y fortalecer las barreras de protección natural de la piel. ¡Echa un vistazo al Sérum Origin para una hidratación en profundidad!

PIEL GRASA

¿Tu piel produce brillos? El rostro de las personas con piel grasa tiende a producir más sebo del necesario. A menudo el mayor problema al que se enfrentan quienes tienen este tipo de piel son los puntos negros e imperfecciones. En la búsqueda de frenar el exceso de sebo, se suelen utilizar limpiadores excesivamente agresivos que pueden causar deshidratación en la piel. 

Tienes la piel grasa si…: 

  •     Los poros están dilatados
  •     Piel brillante
  •     Aparición de impurezas

Consejos: La piel grasa debe limpiarse en profundidad para evitar que la suciedad se acumule y genere impurezas. Se recomienda incorporar en la rutina un gel limpiador como el Anti-pollution Cleansing Gel que no dañe el manto hidrolipídico y un sérum rico en activos humectantes como la glicerina o el hialurónico que hidratan el rostro sin aportar grasa. 

PIEL MIXTA

La piel mixta se denomina así porque es una combinación de: normal-seca y grasa o con imperfecciones. La piel mixta tiene un aspecto brillante y tiende a desarrollar pequeñas imperfecciones, sobre todo en la llamada zona T (frente, nariz y barbilla). No obstante, la piel de la zona de las mejillas es normal o seca.

Tienes la piel mixta si…: 

  • Presenta brillos
  • Se pueden apreciar imperfecciones en la zona T
  • Algunas partes del rostro son secas

Consejos: Es necesario conseguir una correcta hidratación y al mismo tiempo que no genere sebo y que trate las zonas por separado: al igual que las pieles grasas, es muy recomendable un sérum rico en activos humectantes como la glicerina e hialurónico ya que no generarán grasa pero sí aportarán hidratación en todo el rostro. ¡El Sérum Origin formulado con hialurónico y glicerina es tu imprescindible!

PIEL NORMAL

Se caracteriza por ser elástica y suave, con poros pequeños y tono rosado. Es un tipo de piel poco problemático y a menudo se olvida que también necesita cuidados (hidratación, limpieza…) para mantenerse saludable. A este tipo de pieles hay que prestarles atención, ya que con el tiempo pueden convertirse en pieles secas.

 Tienes la piel normal si…: 

  •     No da «problemas»;
  •     Su textura es regular
  •     No hay imperfecciones con regularidad

Consejos: La piel requiere una tonificación y limpieza, así como darse crema hidratante día y noche, para proteger e hidratar la epidermis. Se recomiendan hidratantes ligeras y un sérum que hidrate las capas más profundas de la piel.

SENSIBILIDAD

¿Los factores externos afectan en gran medida a tu piel? Si así es, nos encontramos frente a una piel sensible. Este estado de la piel es más susceptible a factores externos (estrés, el aire acondicionado, calefacción o la luz UV). Puede ser que una piel seca tienda a ser sensible también, cualquier tipo de piel puede pasar por un periodo de sensibilidad.

A menudo la sensación es tirante, con picores y se enrojece el rostro. Para tratarla, recomendamos tratamientos específicos que refuercen su barrera de protección natural y la calmen. 

Tienes la piel sensible si…: 

  • Se ve afectada por factores externos
  • Tirantez
  • Enrojecimiento

Consejos: Mantén tu piel hidratada y busca tratamientos específicos para las pieles sensibles. Algunos ingredientes como la caléndula que podemos encontrar en la Long-lasting Hydratation Calming Cream serán especialmente beneficiosos por sus propiedades antiinflamatoria. A la hora de la limpieza, incorpora un limpiador suave ya que será respetuoso con el manto hidrolipídico debilitado.

Si quieres una rutina personalizada y adaptada a tu tipo de piel, ¡contacta con nosotrxs!

Deja tu comentario