Con el paso del tiempo aparecen las primeras líneas de expresión y arrugas en nuestra piel. Una rutina de cuidado facial, unido a un estilo de vida saludable son la mejor manera de conservar la piel radiante y luminosa.
Un complemento perfecto que podemos incorporar en nuestra rutina es el yoga facial que te ayudarán a ejercitar los músculos del rostro para mantenerlos sanos y fuerte durante más tiempo.
Lo puedes realizar en cualquier momento y lugar. Sólo necesitarás 10 minutos cada día para eliminar la tensión acumulada y recuperar la elasticidad de tu piel. Puede realizarlos toda la familia y es que nunca es tarde para empezar.
Yoga facial – Beneficios para tu piel
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- Activa la circulación sanguínea y oxigena la piel.
- Difumina las líneas de expresión y arrugas, además de prevenir su aparición.
- Tonifica y reafirma la piel proporcionando un efecto de lifting natural.
- Aporta volumen muscular al rostro.
- Relaja los músculos, ayudando a liberar la tensión facial acumulada.
- Resulta en un aspecto más joven y definido.
Encuentra el momento perfecto para realizar tus ejercicios de Yoga facial:
El yoga facial puedes realizarlo tanto por la mañana sólo tendrás que encontrar tu momento perfecto.
- Por la mañana: activarás los más de 40 músculos de la cara. Ejercitar el rostro al comenzar el día ayuda a fortalecer los músculos y prevenir la aparición de líneas y arrugas producidas por los gestos y expresiones faciales que constantemente realizamos.
- Por la noche: además de tonificar, consigue relajar los músculos favoreciendo un mejor descanso.
Puedes realizar los ejercicios antes de aplicar el tratamiento cosmético para activar la circulación y ayudar así a que los ingredientes activos sean mejor asimilados y, por lo tanto, más eficaces.
Desde Sibari Republic te proponemos 10 ejercicios, sólo necesitarás 10 minutos para sentir tu piel más relajada y elástica. Recuerda prestar atención a tu respiración mientras realizas los ejercicios.
Con las yemas de los dedos y un suave movimiento de tecleteo, recorre todo el rostro a modo de preparación y… ¡comenzamos!
- Para tonificar los pómulos coge aire por la boca e hincha las mejillas. Notarás como los músculos se tensan. Mantén la posición durante unos segundos.
- Sonríe de forma exagerada hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Tuerce los labios hacia un lado y hacia el otro para estirar los músculos.
- Forma círculos con tus manos uniendo el índice con el pulgar y sitúalos en el contorno de ojos como si fueran unas gafas. Ejerce una pequeña presión para mantener la piel estática y a la vez pestañea varias veces para ejercitar este área.
- Coloca tres dedos en cada ceja y presiona ligeramente hacia abajo. Mueve tus cejas hacia arriba para fortalecer el parpado superior.
- Para reducir las arrugas de la frente. Sujétala con una mano y eleva las cejas. Repite el movimiento varias veces.
- Siguiendo con la frente, masajea la zona con los dedos desde el interior hacia los laterales ejerciendo una leve presión.
- Dibuja una “V” con los dedos índice y corazón comenzando desde el espacio entre las cejas y subiendo hacia la frente para disminuir la formación de líneas al fruncir el ceño.
- Para evitar el temido “código de barras” y tonificar el contorno de la boca aprieta fuerte los labios durante unos segundos. Relaja la zona y a continuación alarga los labios hacia fuera, haciendo el movimiento de lanzar un beso.
- Y no nos olvidemos del cuello. Coloca una mano bajo la barbilla y con la cabeza realiza movimientos hacia abajo de forma repetida presionando contra la mano.
- Lleva la cabeza hacia atrás. Abre y cierra la boca para reforzar la zona de la papada.
Repite cada ejercicio varias veces; un minuto para cada ejercicio.
Aunque algunos aseguran que los efectos pueden notarse tras una sola práctica, es alrededor de los 30 días cuando comienzan a ser visibles los resultados. La constancia es la clave.
Practica estos ejercicios cada día y descubre todo lo que pueden hacer por tu rostro.